Creencias
Es aquel pensamiento sea el que sea que creemos sobre cualquier certeza que es seguro.
Existen dos tipos de creencias, son los pensamientos limitantes y los pensamientos potenciales. Nuestras creencias son las que se encargan de nuestra forma de percibir, pensar y actuar, dirigen nuestra atención en determinados aspectos de la realidad.
El propósito de nuestras creencias y de nuestro sistema de creencias es vincular valores fundamentales con otras partes de nuestras experiencias, con nuestro comportamiento y por conforme vemos el mundo.
Existen dos tipos de creencias, limitantes y potenciadoras.
- Las limitantes son aquellas que suponen un obstáculo para que una persona o equipo alcance sus objetivos. Lo es en función de una meta y de un determinado momento.
- Las Potenciadoras: Son aquellas que no suponen un obstáculo para que una persona o equipo alcance sus objetivos.
Acompañar desde el Coaching a un cliente, es facilitar al mismo una mayor toma de conciencia y que identifique las creencias limitantes con las que convive y que le distancian de sus metas y todo ello se realiza a través de las preguntas.
A continuación os dejo una historia que identifica la importancia de las creencias.
“El prisionero que perdía la fe en el futuro, en el suyo, estaba condenado. Un día un prisionero me contó que había tenido un extraño sueño…“una voz me invitaba a desear cualquier cosa, y le pedí que me dijera cuándo terminaría la guerra para mí! Y me ha dicho que el 30 de marzo de 1945 (estábamos a principios de marzo)…”En ese momento el prisionero estaba rebosante de esperanza y convencido de la certeza y veracidad del oráculo de la voz. Sin embargo a medida que se acercaba el día prometido, las noticias que recibíamos sobre la guerra menguaban las esperanzas de ser liberados en la fecha indicada. El 29 de marzo, de repente, este prisionero cayó enfermo con fiebres muy altas. El 30 de marzo, empezó a delirar y perdió la conciencia. El 31 falleció. Los que conocen la estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona–su valor y esperanza o su falta de ambos y el estado de su sistema inmunológico comprenderán cómo la pérdida repentina de la esperanza y el valor pueden desencadenar un desenlace mortal. Su esperanza en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, y su cuerpo sucumbió víctima de la enfermedad. Después de todo, la voz de sus sueños se hizo realidad. Ese prisionero era mi amigo”.
(Victor Frankl, . El hombre en busca del sentido último, 1999).
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